A quien comentó aquello de que quien busca culpables no halla soluciones, se le olvidó advertirnos de las trampas del camino. Entre reveses nos hallamos, tratando de encontrar la lógica perdida. Nos acomete la comprensión ausente, la forma de estar sin dejar de ser. El Lado Oscuro del Raval, vuelve a proponerte, esta vez, una amalgama de supuestos que nos embriaga en el discurrir de experiencias que van del más allá de la escuela hacia el devenir de la familia y/o las amistades, acompañadas de diferentes (des)dichas, todas convenientemente condimentadas con esa música que, claramente, se posiciona contra las actuales revienta tímpanos impuestas desde los medios más funestos.